¿Es realmente la abeja, la especie más importante?

El pasado otoño una noticia nos llamó la atención. Hoy publicamos este artículo como un editorial al propósito. Muchos ya lo sabéis las abejas han sido declaradas la especie más invaluable del planeta durante el debate de la EarthWatch, en la Sociedad Geográfica Real de Londres.

La idea era elegir la especie sin la cual se nos haría casi imposible vivir en este mundo.

Desde La Gota abogamos para la defensa de la abeja es cierto, pero a pesar la honorabilidad científica de las declaraciones del Dr. George MacGavin, no compartimos esta declaración.

No la abeja no es la especie más importante del reino animal. Es clave entender esto para escuchar el mensaje que nos envían las abejas ellas mismas. Nuestro entendimiento intenta acercar lo que nos rodea a su capacidad de interpretación, pero los equilibrios sutiles que sujetan la biodiversidad son complejos.

Desde La Gota queremos insistir en que no hay una especie que proteger al detrimento de otra, que entender a las abejas y protegerlas no pasa por defenderlas sin cuidar de los demás polinizadores, sin transformarnos a nosotros mismos en nuestra relación con el medio ambiente, en nuestra gestión de los recursos, en nuestra relación con el consumo.

Peor si afirmamos que las abejas son la especie más importante poco queda para darnos cuenta que la peor especie al nivel de su papel de mantenimiento del equilibrio ecosistemico puede ser la nuestra.

No busquemos por favor quién vale más que su vecino en el reino animal, o qué planta podemos dejar extinguirse porque otra nos parece más útil, desconfiemos de nuestro entendimiento del ámbito natural, para escuchar este último.

Lo más importante de las abejas es su estrategia de supervivencia, basada en un consumo que alimenta un círculo benéfico de vida a través del servicio de polinización. Maurice Maetterlink lo describe cuando habla del espíritu de la colmena, está visión social por encima de los indidividuos y con la cual todos se comprometen en un ciclo de vida y muerte cuyo único objetivo es mantener la vida, tanto de la colmena, como de los recursos que necesita….

Este es el mensaje más importante que nos livran las abejas: vivir y dejar vivir. Pero no nos equivoquemos, no habrá una especie más importante que otra a la hora de salvarnos… tendremos que contemplarlas a todas sin falso compromiso y actuar… como abejas.

Quizas acabemos este editorial dándole las gracias al Dr MacGavin para darnos la oportunidad de transmitiros este mensaje por parte de las abejas: lo más importante es aprender a vivir de este mundo favoreciendo el mantenimiento de sus ecosistemas y no fagocitandols, los seres humanos debemos abandonar esta concepción anticuada del humano luchando contra la naturaleza. Hace tiempo ya que el contexto nos pide comportarnos en jardineros y cuidadores, el mundo no es un supermercado.

Bienvenid@s hombres abejas,