La Gota siempre va al mar

Han pasado casi tres meses volando, tres meses en los cuales nos hemos apoyado en tod@s vosotr@s para buscar más fuerza adentro y empujar siempre más nuestro proyecto.

…No, esto no para.
Silba silenciosamente la voluntad de la abeja obrera…
… ¡Esto va a más!
¿En una semana todo se acaba y las Gotas qué? Todos los que habéis creido y apostado en este sueño no os habéis equivocado. Hemos trabajado mucho, con nuestros pueblos, los actores institucionales, locales, regionales, las asociaciones y las abejas.

…y la gota siempre al mar va.

Hemos conseguido que nuestro proyecto desemboque en una aventura aún más fantástica: 4 pueblos, 5 años de investigación y formación, en agricultura y apicultura, para 15 alumnos 500h al  año, un proyecto de reforestación… Hemos conseguido unir las tierras, trabajar juntos, unir nuestras fuerzas para crear un proyecto que pone en marcha una verdadera revolución verde con la abeja como jefe de orquesta.

Cuando todo se acaba, es cuando todo renace, vuestro entusiasmo y vuestro apoyo han empujado hasta el mar, así que: ¿Porqué renunciaríamos ahora?

¿Entonces qué lección os da este cuento de Gota aGota?
Para hacer cosas generosas, realmente orientadas a tod@s, no necesitamos dinero, simplemente ideas. No necesitaremos dinero el día que nos falte el agua, o que no haya ni una sombra dónde refugiarse, no necesitaremos dinero el día en el cual no habrá más peces en los ríos… Lo que necesitamos son gente de esperanza, proyectos innovadores, gente dispuesta a abandonarlo todo y trabajar a cuidar de nuestro planeta enfermo…¡ya!

Cuando la campaña de recaudación se muere, empieza una nueva era.
Para mover montañas solo necesitamos vuestro apoyo y vuestra voluntad, vuestra disposición en darlo todo y ahora, para que mañana podamos mirar a nuestros niños en los ojos, sin tener que bajar la mirada.

La Gota es esta gota, la pizca de esperanza que hace milagros, simplemente.

Gracias a tod@s, no olvidaremos nunca