Este año hemos padecido como en otras comunidades de la península, unas condiciones climáticas catastróficas: temperaturas muy altas, falta de precipitaciones, heladas tardivas… Esto ha provocado localmente un anticipo de las floraciones que han sido expuestas a las heladas de primavera, concretamente la falta de lluvia primaveral ha provocado una menor aportación de néctar de tomillo por ejemplo, las flores del acacia han aparecido y se han secado en un parpadeo… Pero que no tengamos la mielada que esperábamos no significa que la vegetación que nos acoge no siga teniendo la necesidad dar la vida.
Si estos factores están teniendo un impacto notable sobre nuestra producción de miel, seguimos manteniendo nuestros colmenares en las zonas de valle para favorecer la labor de polinización que nuestras abejas están realizando.
Esto es otro compromiso que tenemos en La Gota, no pensamos sólo en sacar recursos del medio ambiente sino en actuar en harmonia con él. Si ha sufrido los efectos del cambio climático este año, sufrimos con el y aguantamos el tirón.